Definición: la conjuntivitis alérgica es una enfermedad caracterizada por afección inflamatoria que afecta directamente a la conjuntiva, la cual, es una membrana mucosa delgada que cubre al ojo y reviste la superficie interna del párpado, de tal forma que provee al ojo de una barrera primaria contra aeroalergénos ambientales, químicos e infecciosos.
Etiología: es una entidad ocasionada por diferentes causas, dentro de las más importantes destacan las siguientes:
Alergenos: pólenes, ácaro del polvo, hongos.
Substancias químicas: humo del tabaco, vapores, solventes, contaminaciones ambientales, aditivos y colorantes en alimentos.
Causas físicas: lentes de contacto.
Epidemiología: se desconoce su incidencia, pero el 80% de los pacientes que presentan conjuntivitis alérgica se asocia con rinitis alérgica, asma y dermatitis atópica; en menor frecuencia se encuentra asociada con alergia a fármacos, alergia a alimentos o urticaria.
Se presenta más frecuentemente en la infancia de dos maneras; como enfermedad única, siendo esta presentación la menos frecuente, o como enfermedad asociada a otros padecimientos alérgicos.
Clasificación: existen diversos tipos de conjuntivitis alérgica los cuales se clasifican en los siguientes grupos:
Aguda
Conjuntivitis alérgica estacional.
Conjuntivitis alérgica perenne.
Crónica
Queratoconjuntivitis atópica.
Queratoconjuntivitis vernal.
Conjuntivitis de papilas gigantes.
Las primeras dos patologías tienen una presentación aguda y representan la causa más frecuente de afección alérgica del ojo, por otro lado, las siguientes tres patologías tienen un curso de presentación crónico y solamente afectan a un pequeño grupo de pacientes pediátricos.
La incidencia de padecimientos alérgicos oculares varia marcadamente entre cada región geográfica, la cual se presenta con mayor frecuencia en lugares de clima cálido.
Diagnóstico: (presentación clínica) el diagnóstico de conjuntivitis alérgica es clínico, la cuál, se manifiesta por enrojecimiento de la conjuntiva de intensidad leve a moderada, prurito ocular y peri-ocular, lagrimeo, secreción acuosa (es el estadio agudo se puede observar un exudado blanco, que se convierte en filamentoso es el estadio crónico), edema (o quemosis que habitualmente es sutil y se visualiza con lámpara de hendidura, a causa de este edema la conjuntiva palpebral adquiere una apariencia lechosa ya que los vasos sanguíneos se encuentran oscurecidos) y fotofobia, sin embargo, el síntoma patognomónico de la conjuntivitis alérgica es el prurito (comezón), ya que sin la presencia de este síntoma no se puede considerar al padecimiento como alergia ocular.
Tratamiento: el tratamiento de la alergia ocular se basa en el importante aspecto sobre la interferencia en la calidad de vida de los pacientes que la padecen. El método terapéutico más sencillo es la aplicación tópica de un agente en la superficie del tejido afectado. Existen varios agentes disponibles para el tratamiento, y en cierto grado, para la profilaxis de la alergia ocular. Estos incluyen: vasoconstrictores, antihistamínicos, estabilizadores de los mastocitos y agentes antinflamatorios. La eficacia de estos agentes varía de paciente a paciente, la opción de escoger cada agente depende fundamentalmente de la mejoría de la salud del ojo afectado y de otras variables tales como el costo del medicamento, uso de lentes de contacto y su potencia para mejorar la sintomatología.
La inmunoterapia específica mejora la sintomatología aunado al tratamiento médico, sin embargo, este efecto no se observa en todos los tipos de conjuntivitis alérgica. Cuando se selecciona adecuadamente a los pacientes para su tratamiento con ésta, resulta ser un método efectivo y seguro, siempre y cuando, se realice por alergólogos pediatras, quienes cuentan con las bases inmunológicas necesarias para su aplicación.