El cáncer de mama en muchos países del mundo es el primer cáncer ginecológico con mayor prevalencia y mortalidad en el mundo; en nuestro país ocupa la segunda posición luego del cáncer de cérvix; sin embargo, a diferencia de este, aún se desconoce la causa que lo origina. Se ha planteado que el cáncer de mama es multifactorial, es decir, que depende de múltiples factores como la alimentación, antecedentes familiares, hábitos como fumar o beber, factores ambientales, etc. Debido a esto, no existe una forma de prevenir el cáncer de mama, las estrategias actuales de detección de cáncer de seno se basan en descubrirlo cuando es muy pequeño; cuando se puede hacer un abordaje integral de la enfermedad.
La cirugía en el cáncer de mama, es uno de los pilares fundamentales para el tratamiento de la misma, a la vez, es la única forma de realizar el diagnóstico definitivo de la enfermedad. Pruebas como la mamografía o el ultrasonido de mama únicamente pueden sugerir la sospecha de cáncer.
Cuando a una mujer se le diagnostica cáncer de mama a través de una biopsia (Core, aguja gruesa, excisional, incisional, cuadrantectomía), en algún momento de su tratamiento se le planteará la necesidad de una cirugía, eso dependerá del tamaño del tumor, de la afectación a los ganglios de la axila y de la presencia o no de la enfermedad en otra región del cuerpo. Es de aclarar que no existe una píldora, quimioterapia o radioterapia que erradique el cáncer de mama, estos métodos son herramientas auxiliares que se utilizan de acuerdo a un objetivo planteado.
Los manejos quirúrgicos que existen para el cáncer de mama se dividen en tres: El manejo radical consiste en la mastectomía radical modificada, su nombre radica en las modificaciones que se le han hecho a la técnica en el tiempo que permiten tener los mismos resultados de sobrevida en comparación a la técnica original. En la mastectomía radical se extirpa completamente el seno afectado con la enfermedad, el complejo areola-pezón y los ganglios de la axila.
El manejo conservador consiste en la extirpación parcial del seno afectado, es decir el tumor con márgenes suficientes, libres de enfermedad y ganglios de la axila (preferentemente se debe aplicar el uso del ganglio centinela). Para poder ser candidata a este tipo de procedimiento se deben de tener en consideración ciertos criterios que incluyen: el tamaño del tumor, localización, afectación de ganglios, afectación de otras regiones del seno, resultado estético, otras enfermedades que tenga la paciente. Las pacientes que son sometidas a manejo conservador del seno deben de ser sometidas a tratamiento con radioterapia, esto disminuye el riesgo de aparecimiento de cáncer nuevamente en la mama.
Los procedimientos reconstructivos del seno, permiten realizar manejos radicales, pero siempre conservando la estética femenina; en estos procedimientos se extirpa la glándula mamaria y los ganglios de la axila (preferentemente se debe aplicar el uso de ganglio centinela). La conservación o no del complejo areola-pezón, se hace en base a la invasión que pueda tener el pezón a los canalículos de la glándula mamaria. En la reconstrucción del seno se puede utilizar tejido propio, o prótesis mamaria (en el mercado hay muchos tipos).
En la actualidad se da una gran importancia a los manejos menos radicales, ya que las cirugías mutilantes como la mastectomía, crean problemas psicológicos en las pacientes con cáncer de mama; además de trastornar su calidad de vida y percepción de su apariencia física. Las mamas juegan un papel importante en la percepción de la feminidad en la mujer latinoamericana; por lo que es nuestro deber como ginecólogos oncólogos no solo curar de la enfermedad, sino perpetuar el completo bienestar de nuestras pacientes.
Para demás consultas pregúntale a tu ginecólogo oncólogo.